LÍNEA CAPILAR

Para conservar un pelo bello y sano es necesario adoptar una rutina de cuidado capilar a diario. El pelo y el cuero cabelludo requieren de unos cuidados específicos, que varían en función del tipo de pelo, características o problemática. 

1. Cabellos secos: se caracterizan por la falta de brillo, estar quebradizos, se rompen fácilmente y se enredan con facilidad. Utilizar productos específicos que contienen activos nutritivos para reparar y fortalecer la fibra capilar, devolviendo al cabello su brillo y flexibilidad. 
2. Cabellos grasos: se debe a que hay un exceso en la producción de grasa en las glándulas sebáceas. Este exceso de grasa migra hacia la superficie y el cabello aparece brillante, apelmazado y con aspecto de sucio, siendo necesario lavarlo con más frecuencia de lo normal. Utilizar productos específicos que eliminen el exceso de grasa y que permita que el pelo dure más tiempo limpio. Es importante destacar que cuando apliquemos un  champú para cabellos grasos hay que masajear suavemente el cuero cabelludo, ya que si masajeamos enérgicamente, estimulamos las glándulas sebáceas y por lo tanto, incrementamos la producción de grasa. 

3. Cuero cabelludo sensible: como la piel del cuerpo o el rostro, el cuero cabelludo también puede ser sensible. Se caracteriza porque pica, está irritado e incluso puede doler en la raíz. Es necesario utilizar champús para cueros cabelludos sensibles, con activos que calman la irritación y el picor. 

4. Cabellos con caspa: la caspa se produce por la excesiva descamación del cuero cabelludo provocada por la proliferación de un hongo. Las células muertas se acumulan en el cuero cabelludo, apareciendo como escamas blanquecinas, que es lo que conocemos como caspa. Hay dos tipos de caspa y el tratamiento es diferente en función del tipo:
- Caspa seca: aparece como escamas blancas, pequeñas y finas que caen sobre los hombros.
- Caspa grasa: escamas amarillentas, grandes y gruesas que se pegan al pelo y al cuero cabelludo.

5. Caída del cabello: de manera natural perdemos entre 50 y 100 cabellos diarios. Cuando esta pérdida es mayor es cuando podemos hablar de una problemática de caída del cabello. 
La caída del cabello puede estar provocada por numerosos factores: herencia genética, estrés, cambios hormonales, etc. Hay diferentes tratamientos que pueden combatir la caída del cabello por vía tópica que contienen activos que se absorben a nivel del bulbo piloso y ayudan a frenar la caída.

El primer paso para tratar la caída del cabello es utilizar un champú anti-caída fortificante, que en ningún caso va a ser suficiente para combatir esta problemática sino un complemento al uso de ampollas o lociones anti-caída que por su formulación van a frenar de manera eficaz la caída del cabello. 
En algunos casos, la caída es severa y el tratamiento tópico no va a ser suficiente y será necesario combinarlo con tratamientos anti-caída por vía oral.

 

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